jueves, 14 de enero de 2010

La cara kitsch de la modernidad: "recuerditos"


Si bien la vangardia imita los procesos del arte, el kitsch imita sus efectos.

En una sociedad estable que funciona bastante bien como para resolver las contradicciones entre sus clases, la dicotomía cultural se difumina un tanto. Los axiomas de los menos son compartidos por lo más; estos últimos creen supersticiosamente en aquello que los primeros creen serenamente.

Las masas son capaces de sentir admiración por la cultura de sus amos, por muy alto que sea el plano en que se sitúe, como dice Greenberg.

La cultura incluye todo un inventario de objetos y servicios, son productos del hombre y en los cuales él se refleja. El hombre se habituó a pensar las categorías del ambiente como pertenecientes a la naturaleza o a la existencia del otro.

En el campo de la cultura empieza a darse lo que vemos como: Mundo de utensilios, transformación activa de la naturaleza y su artificialización; mundo de signos, incluye a las artes, ciencias y lenguajes; mundo de objetos, portadores de signos y de valores en la cotidianeidad.
Desde el surgimiento de la industria se manifestó una tendencia a descomponer las actividades: -Crear,
-introducir en el mundo formas que no existían,
-producir,
-copiar un modelo ya existente, de producción cada vez más automática, eliminando las acciones del hombre como eslabón del producto.

Es así que el hombre ha desarrollado la actividad de consumo en su modo de vida y su relación con el ambiente. El consumo como valor rige las costumbres del hombre por su significación. El fenómeno "kitsch" surge de eso, de una cultura consumidora. Aunque en la esfera personal del hombre hay situaciones kitsch, actos kitsch, objetos kitsch. (http://es.shvoong.com/books/3687-el-kitsch/)

Kitsch en alemán significa cursilería, objeto de mal gusto. Su lema podría ser una frase de Marcel Duchamp: -“El enemigo del arte es el buen gusto”. Ejemplos de kitsch pueden ser: una bola de cristal con una torre Eiffel dentro, en medio de un paisaje nevado; los papeles pintados que imitan las vetas de la madera; las estatuas de cartón piedra; el cristal de Murano en forma de animalitos, o las flores de plástico. Kitsch (de mal gusto) se aplica tanto a los objetos como a,los gozadores de los mismos, a los individuos “dotados de mal gusto” o Kitschmenschen.
Pero, si bien por un lado el kitsch es o puede ser denominado arte de mal gusto, por otro, nos retribuye con un ennoblecimiento de elementos que originalmente carecen de valor artístico.
Obviamente, el problema del kitsch se halla estrechamente vinculado al del arte popular, de masas, al propagado por los mass media, al arte pop que, ya sea en las artes visuales o en las musicales, adquiere más que una importancia estética, cierta dimensión antropológica.

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